Student Reflection

by Nicole Tauster

[A note from Ann: Dr. Glenn Martínez's talk took place early in the spring semester, but I am just now posting Nicole's reflection.]

La charla de Glen Martínez fue muy interesante, especialmente la discusión de la explotación de enfermeras hispanohablantes como traductoras en sus trabajos. Profesor Martínez presentó los resultados de una investigación hecho en un hospital urbano en Phoenix. Unas enfermeras quienes son habladores nativos de español contestaron preguntas sobre cuándo ellas usan su español en el hospital y cómo se sienten en esas situaciones. Muchas de ellas sentían que no pasaron bastante tiempo con sus pacientes porque los médicos que no hablen español siempre piden a las enfermeras por ayuda cuando tienen enfermos hispanohablantes. Esto no molesta algunas de las enfermeras porque ellas quieren ayudar a los enfermos expresar sus sentimientos mejor, pero otras se sentían mal o estaban nerviosas si pensaban que el nivel de su español no era suficiente para traducirlo todo. Pero el problema verdadero es esta explotación de la habilidad de hablar español sin reconocimiento o recompensación. Hablar español no es un requisito para trabajar en este hospital en Phoenix, entonces debe ser algo especial, algo extra que un candidato puede añadir al hospital. Pero no lo es; es una expectación de muchos de los empleados en el hospital.

Esto es casi el opuesto de que hemos aprendido en nuestra clase y de lo que hemos visto en nuestra comunidad en Champaign-Urbana. Aquí, yo creo, es algo bueno si Ud. pueda hablar español. No es una expectación de personas que hablan inglés como su primera lengua sino algo extra. Siempre estamos oyendo que hablar español tiene valor comercial; puede ayudarnos conseguir trabajos si somos bilingües. Me lo han dicho las mujeres de ECIRMAC y Azucena y otras en el Crisis Nursery también. Entonces es muy interesante que en las profesiones médicas, un área muy respetada, la habilidad de hablar español no está considerada algo especial que merece reconocimiento.

Espero que la situación de las enfermeras en el hospital de Phoenix sea un caso aislado y en otros lugares y profesiones sea diferente, pero la verdad es que no lo sé. Aunque no estoy segura, voy a continuar a creer que mi habilidad de hablar español es algo especial. Quizás si yo lo trato así, mis empleadores y los miembros de mi comunidad harán el mismo. 

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